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En los últimos 70 años, la Unión Europea ha evolucionado de un simple proyecto de cooperación económica a una entidad supranacional poderosa, con su propia moneda, tribunal y capacidad para imponer sanciones financieras a los Estados miembros. Lo que comenzó como una visión de libre comercio y convivencia pacífica se ha transformado en una institución que moldea casi todos los aspectos de la gobernanza en Europa, centralizando el poder a expensas de la soberanía nacional.

Hoy, la UE se enfrenta una crisis existencial, algunos abogan por más integración, acelerando la tendencia hacia la federalización. Sin embargo, tras décadas de creciente centralización, los desafíos de Europa no se han resuelto, sino que se han agravado. La solución radica en un retorno a los principios fundacionales de la UE:

  • Soberanía nacional frente a la primacía de la UE;
  • Constituciones nacionales frente al activismo judicial;
  • Democracia representativa frente a la gobernanza tecnocrática;
  • Subsidiariedad y respeto a las competencias nacionales frente a la centralización;
  • Intereses nacionales frente a los valores autoproclamados de la UE;
  • Libertad de expresión frente el control ideológico.

Mathias Corvinus Collegium (MCC) y Ordo Iuris han coescrito un informe inicial en el que se esbozan dos escenarios potenciales para una reforma alternativa del Tratado de la UE. Esta iniciativa pretende restaurar la democracia y la soberanía nacional como fundamentos de la cooperación europea y ofrecer un camino viable hacia una Europa más fuerte. 

 

DOI: 10.69960/granreinico.2025